lunes, 29 de noviembre de 2010

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NO hay señal ke NO llegue...

domingo, 28 de noviembre de 2010


Una sola será mi lucha
Y mi triunfo;
Encontrar la palabra escondida
aquella vez de nuestro pacto secreto
a pocos días de terminar la infancia.
Debes recordar
donde la guardaste.
Debiste pronunciarla siquiera una vez...
Ya la habría encontrado
Pero tienes razón ese era el pacto.
Mira como está mi casa, desarmada.
Hoja por hoja mi casa, de pies a cabeza.
Y mi huerto, forado permanente
Y mis libros como mi huerto,
Hojeado hasta el deshilache
Sin dar con la palabra.
Se termina la búsqueda y el tiempo
Vencida y condenada

Por no hallar la palabra que escondiste.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

Zamknji Okno

Amparanoia










lunes, 22 de noviembre de 2010

Black Milk

You're not my eater
I'm not your food
Love you for God
Love you for the Mother

Eat me
In the space
Within my heart
Love you for God
Love you for the Mother

Mother fountain
Or live or not at all

The most level
Sunken chapel
Love you for God
Love you for the Mother

All's there to love
Only love...

Portishead&MassiveAtack

domingo, 21 de noviembre de 2010



La calavera de la diva flapper no se intimida con su propia muerte y sigue bailando jazz , para después encontrarse con su mejor snugglepup y entre los autos comenzar a terminar el petting parties con un rico barney-mugging... las pequeñas muertes continuadas le sacaron el pellejo y su risa baloney le permitió seguir bailando al son carnal del desgarro impulsado el shoot a su víctima sexual: "¡to bump off!"...

viernes, 19 de noviembre de 2010

Del mar, también del mar...

Del mar, también del mar,
de la tela del mar que nos envuelve,
de los golpes del mar y de su boca,
de su vagina oscura,
de su vómito,
de su pureza tétrica y profunda,
vienen la muerte, Dios, el aguacero
golpeando las persianas,
la noche, el viento.

De la tierra también,
de las raíces agudas de las casas,
del pie desnudo y sangrante de los árboles,
de algunas rocas viejas que no pueden moverse,
de lamentables charcos, ataúdes del agua,
de troncos derribados en que ahora duerme el rayo,
y de la yerba, que es la sombra de las ramas del cielo,
viene Dios, el manco de cien manos,
ciego de tantos ojos,
dulcísimo, impotente.
(Omniausente, lleno de amor,
el viejo sordo, sin hijos,
derrama su corazón en la copa de su vientre.)

De los huesos también,
de la sal más entera de la sangre,
del ácido más fiel,
del alma más profunda y verdadera,
del alimento más entusiasmado,
del hígado y del llanto,
viene el oleaje tenso de la muerte,
el frío sudor de la esperanza,
y viene Dios riendo.
Caminan los libros a la hoguera.
Se levanta el telón: aparece el mar.

(Yo no soy el autor del mar.)

Jaime Sabines

jueves, 18 de noviembre de 2010

jaqueta'stencil

Cómo me puedo sentir cuando sé que no voy a encontrar... todo igual

Es tarde, se hizo de día
menos mal que está nublado.
Se acabó todo lo que había

y queda un cigarro mojado...

porque quiero dormir
y soñar con ella
mientras por afuera
pasan los aviones.

No quiero que se termine,
no quiero que me abandones

Me olvidé de avisar
no te voy a llamar
ni una sola vez
en cuatro días.
O sino, mujer,
voy a hacer
cualquier cosa que me digas.


Porque quiero dormir y soñar con ella, mientras por afuera pasan los aviones.

No quiero que se termine, no quiero que me abandones...

lunes, 1 de noviembre de 2010


kamaleónhumano!

Cómo me destruyes!!!!

Cómo te como!!
requintado libertário!...


Al abrir la puerta de la habitación se notó el acecho de la muerte. Sentí un río de escalofríos bailar en mi espalda. Acorazada, ella portaba como siempre un vestido llamativo. Pero esta vez, una aserrada cola se arrastraba hacia mí pretendiendo descansar entre los lienzos de la desordenada cama. Experta en criaturas serpenteantes, enramadas y ortigas luminosas mi visitante conocía muy bien su presa aguardando el momento preciso para atrapar y poseerme.

Sus ojos orbitados y opacos hipnotizaban los míos y su boca se aperturaba mientras saboreaba su pegajosa saliva. Su piel ya no era piel, sino que se transformó en escamosa y radiante. En verdad, no sentí su largo látigo haciendo contacto en mi rostro. Impactado y mareado sentí mi humanidad viajar rapidamente dentro de su paladar atravesando su áspero cuello y llegar a la estrechez incómoda de un interior gelatinoso. Engullido y aprisionado aparecerían las primeras contracciones. Aun vivo, intruso en sus adentros, sabía perfectamente que sus líquidos de reptil eran suficientes para despellejarme y mutilarme por completo. Ella se movía a un ritmo lento sin inmutarse. Prisionero de sus paredes cartilaginosas me retorcía buscando una huida infructuosa sintiendo el calor asfixiante y el hedor insoportable desprendido por los demás organismos putrefactos. Vi restos de saltamontes, gusanos, moscas y escarabajos vecinos en este infierno. Una pesadilla Kafkiana estrujando mi mente con diversos recuerdos, como aquel día cuando confesó que era vegetariana, me lloró sus fobias por los zoológicos o rechazó mi insinuación de conocer a sus padres.

Transcurrieron las horas. Yacía impávido. Sentía que ella marcaba movimientos más acelerados. De lejos se podía escuchar la melodía de un extraviado bolero sonando en la radio: “Por amor una noche cualquiera un amante se entrega. Por amor en un beso se calman unos labios que esperan”. Prisionero en mi claustrofóbica recámara de promesa mortuoria, súbitamente escuché una voz, de afuera o de adentro no lo sé, la cual me hizo salir del angustiado letargo. Muy perceptible, quizás trémula, la mujer-camaleón irrumpió para decirme: ¡Muérete de una vez, maldito insecto!

-E.Lira