miércoles, 15 de julio de 2009


Toda cabeza tiene un truco.
Su precio, la más mínima desconsideración
Aunque a veces no hay pillería
y las ideas se pintan de su color...
Es cuando ya no tiene brillo y se desarma el cerebro otra vez.
Una y otra hasta la desesperación.
La aniquilación.
A pesar, nunca se descifran
todos los códigos, todos los movimientos.
Un segundo antes del shot letal y clandestino
se aprecia la cosa esta, la vida
no se sabe si seguimos jugando
acá,
allá
o no.
La cosa de la Ruleta Rusa esa.

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