cincuentayun mono y sus respectivas par de cabezas
sueltas
en el aire
destinada a la bananería tropical
de la legión sudaca.
Infierno bajo el sol
de las hojas militantes
en la madera se esconden los grillos azules
y la savia quema el pasto seco
moreno
acicalada la lluvia
descubriendo ese cuerpo tostado y bien erecto
afirmado por cuarenta trozos de metal
enrrollados con alfileres
estacas
punzadas
ojales de lirios. Una luz nublada penetró
la selva húmeda...
Al fin, el ruido cambió de color.
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