lunes, 4 de julio de 2011

Una vez el diablo está en tu sangre

tan pequeño que no puedes verlo...

...entonces no hay vuelta atrás.

Está en tu piel, en tu corazón y tus huesos, y allí crece.

Él te mueve y no hay nada que pueda hacer Jesús

Tu única esperanza es morir

...o arrancarte las extremidades...

...para no hacer el trabajo del diablo.

Córtate la lengua y los pies...

...porque ya no son tuyos sino de él...

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